Semana que el equipo afrontaba con mucha más ilusión de lo normal puesto que el partido del sábado nos enfrentaba a los últimos clasificados el Stella Maris La Gavia, que tenía cero puntos.
Fue una buena semana de trabaja pero muy marcada por las lesiones y las bajas, finalmente entre unas cosas y otras estábamos con 8 jugadores en el partido. Cosa que se notó mucho a partir del minuto diez de la segunda parte. Pero aun así conseguimos rascar un punto que parecía escaparse.
El partido comenzó muy bien para nosotros que encontramos un buen juego de pases sacando el balón jugado desde atrás y llegando con mucho toque y posesión, pero no encontrábamos la profundidad necesaria, aunque llegamos a la portería rival pero no conseguimos meter ningún gol, hasta que en una de las muchas jugadas en las que atacamos, en este caso por la banda derecha Marcos metió un muy buen gol por la escuadra sin que el portero pudiera hacer nada. Después de esto el equipo siguió igual hasta que en un pequeño despiste nuestro y un gran acierto suyo en una de sus primeras jugadas de ataque a la espalda de nuestro lateral izquierdo encontraron el gol del empate batiendo a nuestro portero Diego, sin que pudiera hacer nada con su salida. Cuando estás dominando un partido desde el principio y te encaja un gol así te da mucha rabia y así se reflejó en el equipo que hasta el final de la primera parte intentó ponerse de nuevo por delante, sin conseguirlo.
La segunda parte comenzó, y el equipo parecía tener muchas ganas de acabar la faena por todo lo alto pero desde la primera jugada se vio que no fue así, el equipo salió dormido sin saber reaccionar al saque inicial en el que llegó el segundo gol del rival, cogiendo un jugador rival el balón en el centro del campo y avanzando sin oposición casi hasta la portería y solo tuvo que pasar el balón a un compañero para que batiera por segunda vez a Diego. Esto tocó mucho el orgullo del equipo y se notó demasiado la ausencia de las bajas que sufrimos y la falta de cambios. Finalmente al equipo le entró la ansiedad de ver que se acercaba el final y no entraba el balón y empezamos a cometer más errores y les dimos más oportunidades atrás, pero finalmente en otra de las muchas jugadas de ataque que tuvimos llegó el segundo gol, hay que decir que posiblemente fue la jugada en la que menos parecía que iba a llegar el gol, pero el balón finalmente entró en la portería después de varios rebotes.
Así se quedó el resultado con un 2-2 en los que nuestros errores nos condenaron y la falta de calma en los últimos minutos no nos dejaron conseguir la tan ansiada victoria y también lo que ya he dicho antes la falta de cambios y gente para dar un respiro a los jugadores.
Finalmente sacamos otro punto, es la lectura que yo saco aunque con la impotencia de no haber podido resolver un partido dominado de principio a fin. Pero poco a poco se van viendo los frutos del trabajo que semana a semana, entrenamiento a entrenamiento vamos haciendo, solo nos falta conseguir ese punto que nos ayude a conseguir los goles y los puntos que ellos conlleva. Ahora toca pensar en el partido que viene contra un rival complicado. Pero yo confío en mis jugadores en que van a disfrutar mucho en este partido y van a dar la cara.
Por otro lado como siempre me gusta comentar otras cosas del partido que yo he visto o que hemos visto desde el banquillo.
En este partido el árbitro, que ya nos ha pitado en otros partidos, para mi gusto es un árbitro que sabe donde está y a quien pita, aunque como todo ser humano tiene sus errores y podemos estar más o menos de acuerdo en sus decisiones, pero para mí lo hace bastante bien y no hay mucho más que comentar de él.
Pero ojalá todo fueran cosas buenas... esta vez el protagonista tuvo que ser el delegado rival (si es que se le puede llamar delegado). Que desde el principio fue el protagonista y no por cosas buenas. Para empezar el partido se tuvo que retrasar unos minutos, estando los dos equipos al completo en el campo solo faltaba una cosa...el entrenador de un grupo de niños de 11 y 12 años que estaban solos, cosa que no me parece ni medio normal, por que cualquier persona se puede retrasar por cualquier cosa, pero no dejar solo a un grupo de siete u ocho niños sin nadie a su cargo, puesto que si están en un equipo se supone que su delegado se hace cargo de ellos y sus padres confían en que están bien, y los chicos tuvieron que calentar solos y así estuvieron hasta el instante que llegó su delegado.
Y nuestra manera de trabajar con los niños es enseñarles los valores que tiene el deporte y con los que sean mejores personas antes que jugadores, respeto por el rival, que aprendan a jugar y disfruten con el fútbol a pesar del resultado, puesto que están en etapas formativas y son NIÑOS y más estando en los Juegos Municipales como estamos. No veo necesario enseñar a los infantiles a perder tiempo, a tirar el balón para e impedir que el contrario lo coja y demás "picardias" que todos los que hemos jugado al fútbol sabemos, pero que a niños que están aprendiendo a jugar y que su principal objetivo es divertirse y pasarlo bien jugando y haciendo deporte, no es necesario hacer ciertas cosas. Lo que pasó en este partido fue que cuando el partido iba 2-1 en nuestra contra salió un balón por la banda y sacábamos nosotros y un padre del equipo contrario le dio el balón a nuestro jugador y cogió el balón el delegado en cuestión y se lo quitó y le dijo al padre; "no, no se lo des". A lo que mi jugador le recriminó la actuación y para arreglar la situación se iba a poner a discutir con mi chaval, nosotros por nuestra parte paramos a nuestro chaval para calmarlo. Y al final del partido fui a hablar con el para decirle que no me parecía correcto lo que había hecho a lo que él contestó que el lo que quiere siempre es ganar, con eso me demostró el tipo de "entrenador" que es así que poco más me quedaba por hablar con él. Después de esto, cada uno con su forma de trabajar y sobretodo cuidado con algunos padres que hay que saber con quien se quedan los peques, que ellos son lo primero, se gane o se pierda.
Fue una buena semana de trabaja pero muy marcada por las lesiones y las bajas, finalmente entre unas cosas y otras estábamos con 8 jugadores en el partido. Cosa que se notó mucho a partir del minuto diez de la segunda parte. Pero aun así conseguimos rascar un punto que parecía escaparse.
El partido comenzó muy bien para nosotros que encontramos un buen juego de pases sacando el balón jugado desde atrás y llegando con mucho toque y posesión, pero no encontrábamos la profundidad necesaria, aunque llegamos a la portería rival pero no conseguimos meter ningún gol, hasta que en una de las muchas jugadas en las que atacamos, en este caso por la banda derecha Marcos metió un muy buen gol por la escuadra sin que el portero pudiera hacer nada. Después de esto el equipo siguió igual hasta que en un pequeño despiste nuestro y un gran acierto suyo en una de sus primeras jugadas de ataque a la espalda de nuestro lateral izquierdo encontraron el gol del empate batiendo a nuestro portero Diego, sin que pudiera hacer nada con su salida. Cuando estás dominando un partido desde el principio y te encaja un gol así te da mucha rabia y así se reflejó en el equipo que hasta el final de la primera parte intentó ponerse de nuevo por delante, sin conseguirlo.
La segunda parte comenzó, y el equipo parecía tener muchas ganas de acabar la faena por todo lo alto pero desde la primera jugada se vio que no fue así, el equipo salió dormido sin saber reaccionar al saque inicial en el que llegó el segundo gol del rival, cogiendo un jugador rival el balón en el centro del campo y avanzando sin oposición casi hasta la portería y solo tuvo que pasar el balón a un compañero para que batiera por segunda vez a Diego. Esto tocó mucho el orgullo del equipo y se notó demasiado la ausencia de las bajas que sufrimos y la falta de cambios. Finalmente al equipo le entró la ansiedad de ver que se acercaba el final y no entraba el balón y empezamos a cometer más errores y les dimos más oportunidades atrás, pero finalmente en otra de las muchas jugadas de ataque que tuvimos llegó el segundo gol, hay que decir que posiblemente fue la jugada en la que menos parecía que iba a llegar el gol, pero el balón finalmente entró en la portería después de varios rebotes.
Así se quedó el resultado con un 2-2 en los que nuestros errores nos condenaron y la falta de calma en los últimos minutos no nos dejaron conseguir la tan ansiada victoria y también lo que ya he dicho antes la falta de cambios y gente para dar un respiro a los jugadores.
Finalmente sacamos otro punto, es la lectura que yo saco aunque con la impotencia de no haber podido resolver un partido dominado de principio a fin. Pero poco a poco se van viendo los frutos del trabajo que semana a semana, entrenamiento a entrenamiento vamos haciendo, solo nos falta conseguir ese punto que nos ayude a conseguir los goles y los puntos que ellos conlleva. Ahora toca pensar en el partido que viene contra un rival complicado. Pero yo confío en mis jugadores en que van a disfrutar mucho en este partido y van a dar la cara.
Por otro lado como siempre me gusta comentar otras cosas del partido que yo he visto o que hemos visto desde el banquillo.
En este partido el árbitro, que ya nos ha pitado en otros partidos, para mi gusto es un árbitro que sabe donde está y a quien pita, aunque como todo ser humano tiene sus errores y podemos estar más o menos de acuerdo en sus decisiones, pero para mí lo hace bastante bien y no hay mucho más que comentar de él.
Pero ojalá todo fueran cosas buenas... esta vez el protagonista tuvo que ser el delegado rival (si es que se le puede llamar delegado). Que desde el principio fue el protagonista y no por cosas buenas. Para empezar el partido se tuvo que retrasar unos minutos, estando los dos equipos al completo en el campo solo faltaba una cosa...el entrenador de un grupo de niños de 11 y 12 años que estaban solos, cosa que no me parece ni medio normal, por que cualquier persona se puede retrasar por cualquier cosa, pero no dejar solo a un grupo de siete u ocho niños sin nadie a su cargo, puesto que si están en un equipo se supone que su delegado se hace cargo de ellos y sus padres confían en que están bien, y los chicos tuvieron que calentar solos y así estuvieron hasta el instante que llegó su delegado.
Y nuestra manera de trabajar con los niños es enseñarles los valores que tiene el deporte y con los que sean mejores personas antes que jugadores, respeto por el rival, que aprendan a jugar y disfruten con el fútbol a pesar del resultado, puesto que están en etapas formativas y son NIÑOS y más estando en los Juegos Municipales como estamos. No veo necesario enseñar a los infantiles a perder tiempo, a tirar el balón para e impedir que el contrario lo coja y demás "picardias" que todos los que hemos jugado al fútbol sabemos, pero que a niños que están aprendiendo a jugar y que su principal objetivo es divertirse y pasarlo bien jugando y haciendo deporte, no es necesario hacer ciertas cosas. Lo que pasó en este partido fue que cuando el partido iba 2-1 en nuestra contra salió un balón por la banda y sacábamos nosotros y un padre del equipo contrario le dio el balón a nuestro jugador y cogió el balón el delegado en cuestión y se lo quitó y le dijo al padre; "no, no se lo des". A lo que mi jugador le recriminó la actuación y para arreglar la situación se iba a poner a discutir con mi chaval, nosotros por nuestra parte paramos a nuestro chaval para calmarlo. Y al final del partido fui a hablar con el para decirle que no me parecía correcto lo que había hecho a lo que él contestó que el lo que quiere siempre es ganar, con eso me demostró el tipo de "entrenador" que es así que poco más me quedaba por hablar con él. Después de esto, cada uno con su forma de trabajar y sobretodo cuidado con algunos padres que hay que saber con quien se quedan los peques, que ellos son lo primero, se gane o se pierda.
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