Después de un 1-5 en contra en el partido frente al Viña de Entrevias, pero habiendo hecho un partido espectacular de lucha y sacrificio afrontábamos la semana con mucha motivación para enfrentarnos a un rival muy semejante a nosotros tanto en físico y en puntos. Y así intentamos transmitir esa motivación y esas ganas de jugar para dejarlo todo en el campo a nuestros jugadores, buscando vídeos motivacionales e intentando involucrar a los padres para que dieran ese plus para intentar que nuestros chavales estuvieran al cien por cien.
Y así comenzó la semana con el entrenamiento del lunes en el cual se notaba la motivación y las ganas de que llegara el sábado para hacer un buen partido. Y el viernes transcurrió con un poco menos de intensidad pero con ganas igualmente de que llegara el fin de semana para salir a comernos al rival.
Como cada semana durante el paso de los días se van sumando las bajas para el partido por viajes de fin de semana, constipados, gripes y demás razones así que una vez más nos teníamos que romper la cabeza para plantear un partido que necesitábamos ganar, pero necesitábamos a todos los integrantes del equipo. Nos presentamos al partido con 9 jugadores de los cuales 1 estaba tocado de un golpe en la cadera, así que jugadores en plenas condiciones 8. Y así intentamos plantear un partido para aguantar físicamente y no tener sobrecargas musculares ni lesiones que empeorarían la situación.
Después de ver todos los puntos de vista y como podíamos jugar vimos que lo mejor era aguantar el equipo atrás metido en nuestro campo sin presionar al contrario en su campo y esperar nuestra oportunidad elaborando nuestras jugadas desde el portero y sin prisa por llegar adelante, es decir, jugando casi sin avanzar con pases cortos y seguros. Y así llegó el sábado y le transmitimos la forma de jugar a los jugadores y todos estaban de acuerdo en jugar de esa manera y esperar a la segunda parte para darlo todo y presionar para meter los goles de la victoria.
La primera parte fue en dominio completo de nuestra parte puesto que se jugó a lo que nosotros quisimos aunque nos fuimos al descanso con un empate a 1. Así nos fuimos al descanso para corregir un par de errores que habíamos tenido en los pases y volver a transmitir la motivación que nos hacia falta para salir en la segunda parte para presionar al rival e intentar sacar la victoria, pero siempre con cabeza para no perder lo que ya teníamos.
La segunda parte comenzó y nada más empezar nos empezaron a caer los goles y en cuatro o cinco minutos nos cayeron 4 goles, dos de ellos de corner, uno de penalti y uno que nos metió el portero contrario de portería a portería. Esto nos dejaba muy tocados y lo peor de todo es que a pesar de que la primera parte había sido nuestra en unos pocos minutos habíamos tirado el partido, pero desde el banquillo no nos rendimos nunca e intentamos animar a los chicos, pero fue imposible, el equipo bajó los brazos, perdió la motivación y empezó a entrar en un bucle que no comprendemos, tampoco entendemos como pegamos bajones tan grandes después de sacrificarnos todos en un primer tiempo espectacular. La nota negativa de esto es que perdiendo de esta manera y cuando solo dos o tres jugadores como mucho intentan remediar la situación empieza a invadirles la desesperación y la impotencia frente al pasotismo de muchos compañeros.
Así que afrontamos los dos últimos partidos de liga tocados después de un resultado como este, no solo por el resultado si no por la sensación que da el equipo. Intentaremos motivar y enchufar las ganas a los chicos para conseguir buenos partidos de aquí al final de la liga y en el trofeo de primavera. Y desde casa esperemos que le transmitan lo mismo para trabajar a la vez y que ellos aprendan lo que es tener que luchar por algo que cuesta.
Y así comenzó la semana con el entrenamiento del lunes en el cual se notaba la motivación y las ganas de que llegara el sábado para hacer un buen partido. Y el viernes transcurrió con un poco menos de intensidad pero con ganas igualmente de que llegara el fin de semana para salir a comernos al rival.
Como cada semana durante el paso de los días se van sumando las bajas para el partido por viajes de fin de semana, constipados, gripes y demás razones así que una vez más nos teníamos que romper la cabeza para plantear un partido que necesitábamos ganar, pero necesitábamos a todos los integrantes del equipo. Nos presentamos al partido con 9 jugadores de los cuales 1 estaba tocado de un golpe en la cadera, así que jugadores en plenas condiciones 8. Y así intentamos plantear un partido para aguantar físicamente y no tener sobrecargas musculares ni lesiones que empeorarían la situación.
Después de ver todos los puntos de vista y como podíamos jugar vimos que lo mejor era aguantar el equipo atrás metido en nuestro campo sin presionar al contrario en su campo y esperar nuestra oportunidad elaborando nuestras jugadas desde el portero y sin prisa por llegar adelante, es decir, jugando casi sin avanzar con pases cortos y seguros. Y así llegó el sábado y le transmitimos la forma de jugar a los jugadores y todos estaban de acuerdo en jugar de esa manera y esperar a la segunda parte para darlo todo y presionar para meter los goles de la victoria.
La primera parte fue en dominio completo de nuestra parte puesto que se jugó a lo que nosotros quisimos aunque nos fuimos al descanso con un empate a 1. Así nos fuimos al descanso para corregir un par de errores que habíamos tenido en los pases y volver a transmitir la motivación que nos hacia falta para salir en la segunda parte para presionar al rival e intentar sacar la victoria, pero siempre con cabeza para no perder lo que ya teníamos.
La segunda parte comenzó y nada más empezar nos empezaron a caer los goles y en cuatro o cinco minutos nos cayeron 4 goles, dos de ellos de corner, uno de penalti y uno que nos metió el portero contrario de portería a portería. Esto nos dejaba muy tocados y lo peor de todo es que a pesar de que la primera parte había sido nuestra en unos pocos minutos habíamos tirado el partido, pero desde el banquillo no nos rendimos nunca e intentamos animar a los chicos, pero fue imposible, el equipo bajó los brazos, perdió la motivación y empezó a entrar en un bucle que no comprendemos, tampoco entendemos como pegamos bajones tan grandes después de sacrificarnos todos en un primer tiempo espectacular. La nota negativa de esto es que perdiendo de esta manera y cuando solo dos o tres jugadores como mucho intentan remediar la situación empieza a invadirles la desesperación y la impotencia frente al pasotismo de muchos compañeros.
Así que afrontamos los dos últimos partidos de liga tocados después de un resultado como este, no solo por el resultado si no por la sensación que da el equipo. Intentaremos motivar y enchufar las ganas a los chicos para conseguir buenos partidos de aquí al final de la liga y en el trofeo de primavera. Y desde casa esperemos que le transmitan lo mismo para trabajar a la vez y que ellos aprendan lo que es tener que luchar por algo que cuesta.
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